La mayoría de los niños reciben su primer teléfono inteligente alrededor de los 8 años de edad. Entre los alumnos de primer grado de escuelas primarias ya el 80% tiene un teléfono que se conecta a Internet. En promedio, lo usan durante 2,5 horas al día. La mayoría de los padres declaran que hablan con su hijo sobre el uso seguro de Internet. Los padres usan cada vez más los proveedores de control parental.

Los teléfonos inteligentes – en línea con las intenciones de los padres – están destinados a servir a los niños principalmente para el contacto. La mayoría de los cuidadores señalan que los niños llaman por teléfono (71%) y escriben mensajes de texto (59%). Para los padres, la presencia de un teléfono inteligente también aumenta la sensación de seguridad. Gracias a las aplicaciones basadas en la geolocalización, pueden ver fácilmente dónde están en este momento. Los teléfonos inteligentes son, en particular para los niños, una fuente de entretenimiento: en los teléfonos juegan (63%), toman fotografías, filman (59%) y navegan por sitios web importantes. Estos pueden traer a un niño al mundo para que sea aún inadecuado. Ya los niños pequeños pueden escribir cartas, para que puedan navegar fácilmente por Internet, y sobre todo – descargar aplicaciones.